Si eres fanático del licor, lo más probable es que tengas más de una botella en casa. Tal vez tenga un bar completamente surtido, o tal vez tenga botellas esparcidas por su casa, en sus gabinetes, en sus estantes o incluso enterradas en la parte posterior de su congelador (¡oye, no juzgamos!) Pero si desea saber la mejor manera de mantener su sabor a licor en su mejor momento, siga estas tres reglas para almacenar sus licores.
Consejo rápido: Adquiere tus vinos y licores favoritos sin salir de casa con tan solo algunos clics en tu supermercado favorito.
1. TEMPERATURA AMBIENTE
Gracias a su alto contenido de alcohol, la mayoría de los licores destilados, incluidos el whisky, el vodka, la ginebra, el ron y el tequila, no requieren refrigeración. Sin embargo, si la temperatura es demasiado alta, el alcohol se expandirá y se evaporará. Y aunque no hará que el licor “se estropee”, el calor, especialmente de la luz solar directa, puede aumentar las tasas de oxidación, causando un cambio en los sabores y la pérdida de color.
¿Qué pasa con la congelación? Por supuesto, algunas personas prefieren enfriar licores claros en sus congeladores antes de servir, pero esto podría ser un error, según algunos expertos. Si bien no hay riesgo de que su espíritu se convierta en hielo (el contenido de alcohol es demasiado alto para permitir que eso suceda), almacenar licores a temperaturas más bajas puede silenciar sabores que de otro modo disfrutaría, como esencias florales y otros productos botánicos.
De hecho, muchos cócteles se ven realzados por el licor a temperatura ambiente que derrite los cubitos de hielo en el vaso. El derretimiento del hielo crea un equilibrio que realza los sabores del licor. Si agrega hielo a una bebida ya fría, simplemente no tendrá el mismo efecto.
Su mejor opción es almacenar su licor a temperatura ambiente, pero si desea ser realmente técnico, los expertos recomiendan mantenerlo dentro de 55 a 60 grados.
2. PREVENIR LA OXIDACIÓN
Los licores sin abrir pueden durar años si se almacenan correctamente, pero una vez abiertos, se vuelven más propensos a la oxidación. Como se mencionó anteriormente, cuando aumenta la proporción de aire a líquido, los sabores y el color de un licor pueden cambiar. Entonces, cuando menos de un tercio de su alcohol permanece en la botella, su mejor opción es terminarlo o simplemente transferirlo a un recipiente más pequeño.
3. NO OLVIDES MOJAR EL CORCHO
Aunque esto va en contra de las reglas para el vino, el licor nunca debe almacenarse de lado. Cuando se almacena horizontalmente, el contacto constante entre el alcohol de alta resistencia y el corcho puede significar un desastre para su espíritu favorito. Si se deja desatendida, esta configuración puede desintegrar el corcho con el tiempo, haciendo que se mezcle con su licor. Yuck
Al mismo tiempo, no querrás dejar que el corcho se seque y se agriete, o tendrás un problema similar. Es mejor dejar las botellas en posición vertical, pero voltear la botella boca abajo de vez en cuando para volver a mojar el corcho. ¡De esta manera, no te quedarás con sorpresas desagradables la próxima vez que decidas disfrutar de una copa o dos!
Técnicamente, el licor nunca se echa a perder, y almacenarlo incorrectamente no lo enfermará. Sin embargo, puede afectar el sabor y la edad de su amado alcohol en el futuro. Nuestro consejo: compre botellas más pequeñas de licores que no beba con tanta frecuencia e invierta en un carrito de bar de moda o en un gabinete de licores. ¡Y no te olvides de disfrutar!
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