Asador de carbón
Cocina

Diferencias entre asador de carbón y de gas

En este artículo haremos un recorrido por las ventajas y desventajas del asador de carbón y asador de gas para ayudarte en la decisión de elegir cuál es la que se adapta mejor a tus necesidades, la frecuencia con la que se usa y el presupuesto disponible.

De esta manera, estarás más seguro de una decisión la próxima vez que planees armar una carnita asada con tus amigos. Una vez que decidas cuál es la parrilla  ideal, será más fácil tu próxima compra de asadores.

¿Qué asador es mejor de carbón o de gas?

Asador de carbón

Esta parrilla es un auténtico clásico. Cuando se empieza a quemar, el olor del carbón nos trae muchos recuerdos de carne asada y reuniones con familia y amigos. El asador es un ritual en el que todos participan trayendo carnes o complementos y disfrutan del asado.

Una parrilla a carbón tomará por lo menos 20-30 minutos para empezar a asar la carne. Manejar la intensidad del calor tiene su grado de dificultad, no es tan complejo pero sí requiere de experiencia para dominarlo de manera correcta. Por otro lado, la limpieza demanda más tiempo ya que hay que recoger y botar las cenizas.

En cuestión de precio, hay mucha variedad para escoger y puedes encontrarla en combinaciones con caja china o rejilla al palo. En general los asadores a carbón son más cómodos que los de gas. Hay versiones que usan materiales de mejor calidad como es el acero inoxidable y con un diseño personalizado que te facilitará su uso y años de vida.

Los grandes defensores del carbón dicen que el sabor que se logra con ella no se logra con el de gas. Esto dependerá del paladar de cada uno, pero si para ti es muy importante que el sabor sea el mismo de siempre es probable que tu mejor opción sea la parrilla a carbón.

Asador de gas

Asador de gas

El asador de gas es rápido, tanto para el encendido como para asar así como para limpiar, lo que puede resultar en usarla mucho más que la de carbón. Esto se debe a evitar ese arduo trabajo de prender el carbón. 

Tienen la facilidad de ajustar fácilmente la temperatura y puedes tener zonas con distintas intensidades de calor, lo que te permite asar productos como vegetales. Otra virtud es que la mayoría tiene tapa y puedes usarla como horno y cocinar con fuego indirecto.

Son prácticas, sin embargo, es cierto que se pierde mucho la tradición de la carnita asada y el sabor se ve afectado, no necesariamente para mal, pero si distinto al sabor ahumado. En cuanto al precio no vale la pena comprar las más baratas ya que tienen varias piezas que pueden fallar. Mejor pagar un poco más y evitar problemas.