La temperatura correcta del agua es crucial para tu ropa. La temperatura del agua determina la fuerza del proceso de lavado, si hablamos del lavado en una lavadora, y para una tela en particular es esencial para minimizar el daño con el tiempo.
La mayoría de las telas generalmente se pueden lavar en agua tibia sin el riesgo de encogerse o decolorarse. El agua fría puede minimizar la posibilidad de daños y requiere menos energía, por lo que es excelente para el medio ambiente y ahorra dinero.
¿Por qué lavamos prendas a distinta temperatura?
El agua más caliente deja las telas claras más brillantes, pero debe hacerse con precaución. Ciertas fibras pueden encogerse y debilitarse en agua caliente, pero no obtendrán una limpieza profunda en agua demasiado fría.
Lo mejor que puedes hacer es lavar la ropa blanca en agua tibia, a esta temperatura puedes eliminar de manera efectiva la acumulación de suciedad, aceites corporales y manchas y minimiza el riesgo de encogimiento.
Para que tu ropa blanca reciba una limpieza profunda y completa en agua tibia, lávala en el ciclo suave de su lavadora con telas de tonos similares, jamás telas de colores y no sobrecargues tu lavadora, ya que esto puede hacer que la tela se estire.
Solemos lavar telas de color en agua fría para evitar la transferencia de color, debido a los tintes, pueden desteñirse. Las telas oscuras siempre deben lavarse en agua fría para mantener la longevidad de sus colores vibrantes.
En caso de duda, usa agua fría.
Para evitar lavar a una temperatura incorrecta, configura tu lavadora para que utilice agua fría en todas las cargas. Esto minimizará el riesgo de daños en la tela.
