Si quieres seguir vistiendo de blanco sin que parezca que no has lavado tu ropa en años, sigue leyendo. Te contamos los mejores consejos para lavar la ropa blanca y que quede impecable.
- El primer paso para cualquier colada es separar de forma correcta la ropa. Esto parece muy obvio, pero cuando decimos ropa blanca es B-L-A-N-C-A. Tienes que ser tajante con esto. Nada de ropa gris. Nada de ropa de tonos pastel.
- A continuación, y antes de meter todas las prendas en la lavadora, inspecciona una a una cual Sherlock Holmes en busca de posibles manchas. Sí, esto puede parecer un trabajo demasiado tedioso, pero evitarás tener que volver a lavar esa prenda porque se te haya escapado una maldita mancha. Mejor no tener que hacer el mismo trabajo dos veces, ¿no crees?
- ¡Lee! Aunque parezca increíble, esas etiquetas que llevan todas las prendas de ropa sirven para algo más que hacernos cosquillas o molestar en general. Amig@ mí@, ahí encontrarás las instrucciones de lavado. Te aseguramos que estos dos minutos de lectura salvarán más de una camisa.
- Una vez tengas toda la ropa en la lavadora, utiliza agua fría en lugar de agua caliente. ¿Por qué? Pues porque el agua fría no daña el color ni el tejido y, lo mejor de todo, no daña el medio ambiente, que al final es lo más importante.
- Vamos a ser claros: evita a toda costa la lejía. A pesar de que muchos la utilizan para blanquear la ropa de forma habitual, lo cierto es que este producto crea manchas amarillentas en las prendas con el paso del tiempo. Haznos caso y evita problemas a tu yo del futuro.
- Por último, no te puedes olvidar del secado. Aunque no lo creas, es un paso muy importante en el proceso. El sol es uno de los blanqueadores naturales más efectivos, ¡aprovéchalo! Siempre que puedas tiende al aire libre y a ser posible donde le dé el sol. Sabemos que en Londres esta tarea puede ser más compleja por el hecho de que llueva día sí y día también. We feel you.
Truco de la abuela:
¡Te regalamos un trucazo por tu cara bonita! Cambia el blanqueador químico por bórax. El blanqueador químico, al igual que la lejía, puede dejar manchas amarillas en las prendas. Por el contrario, el bórax es un efectivo blanqueante y no es tóxico. ¡Todo son ventajas! ¡Dame 100!
Como ves, hacer la colada y mantenerla blanca como la nieve no es tan difícil como creías. Y si te sabes algún trucazo más que hemos pasado por alto, ¡chívanoslo en los comentarios!
