Uno de los accidentes más irritantes que te pueden ocurrir es que se te ponche cualquiera de tus llantas. Tienes que estar preparado para para seguir el procedimiento adecuado para cambiarla, tener la energía para aflojar y apretar los birlos, además de tener que ensuciarte durante este proceso; sin embargo, es un alivio que en medio de esta tormenta tengamos nuestra llanta de refacción al lado.
Las llantas de repuesto fueron parte del equipo estándar en todos los automóviles y camiones que salían de la línea de ensamblaje, durante muchos años; sin embargo, muchos autos último modelo ya no tienen este repuesto. De hecho, alrededor del 35% de los vehículos nuevos no vienen con una llanta de repuesto estándar de fábrica. Los automóviles más pequeños, como los compactos y los híbridos, vienen sin repuesto para aumentar la eficiencia del combustible y ahorrar espacio.
¿Por qué necesito tener llantas de repuesto?
En un camino cualquiera podemos encontrar todo tipo de obstáculos. Algunos puntiagudos como clavos, trozos de metal o vidrio puede cambiar el curso de tu día en un instante. Los neumáticos son gruesos y resistentes a algunos pinchazos, pero esto no quiere decir que no se puedan desinflar o que sean indestructibles. ¿Qué harías si se te pincha una llanta y no tienes señal en tu teléfono celular? No viene nadie a ayudarte y no tienes llanta de repuesto. Como podemos ver en este ejemplo, es un elemento muy necesario.
Ahora, algunos vehículos vienen con un repuesto de tamaño completo que puede absorber el mismo uso que los neumáticos “normales”. Mientras que otros, tienen un repuesto mucho más pequeño, que está diseñado únicamente para emergencia y para llevarte a un lugar donde conseguir una llanta nueva.
Las llantas de repuesto son cruciales y siempre debemos tener una en nuestro automóvil. Tenemos que verlo como un salvavidas, que pude permitirnos sobrevivir en un mar de adversidades. Tener una o no puede significar llegar a un lugar seguro o quedarnos varados.
