Comer pollo crudo es realmente peligroso, por lo que es extremadamente importante conocer diferentes técnicas para asegurarnos que la carne de pollo está completamente cocida. Hay una multitud de formas de revisar que nuestros platillos y asegurarnos que se encuentren en perfectas condiciones para ingerirlos. Desgraciadamente, no siempre se puede acceder a un termómetro para carne, por esta razón es que aprenderemos a asegurarnos con otras técnicas que nuestra comida se encuentra bien cocida.
Las técnicas más conocidas para revisar la carne de pollo
Primera técnica: Encogimiento de la carne
Una vez que la carne de pollo está completamente cocida, será más pequeña de lo que era cuando recién la sacaste del empaque. Si tu comida se ve blanca por fuera pero es del mismo tamaño, es posible que aún no esté completamente cocida.
Segunda recomendación: Comprueba el color de los jugos.
Cuando se trata de carne de pollo, puedes verificar si los jugos son más claros o blancos. De esta manera, sabrás si está listo. Esto funciona específicamente para el pollo, no es recomendado aplicarlo en otras carnes. Si el jugo que sale del pollo todavía está teñido de rosa, entonces necesita más tiempo en el sartén.
La famosa técnica de la incisión en la pieza de carne
Tercera recomendación: Haz una pequeña incisión en la parte más gruesa de la carne y comprueba el color.
Si no deseas cortar a la mita la pieza, una pequeña incisión funcionará para saber si está bien cocida. Simplemente separa los lados con un tenedor y un cuchillo hasta que pueda ver el color de la carne de pollo por completo. Asegúrate de utilizar este método con buena iluminación para ver realmente el color que tiene. A veces, la carne tendrá algunos tonos rosados, lo que significa que debe cocinarse un poco más. Sin embargo; si está de color blanco, entonces está completamente cocida.
Con práctica y tiempo, te aseguramos que te volverás un experto en la carne de pollo. Verás que tener control controlar de tu comida será una tarea mucho más sencilla y rápida, además de que podrás hacer cualquier receta sin complicaciones. En caso de que tengas dudas, recuerda que la temperatura ideal para las piezas de pollo es de 165 °F o 73 °C.
