La carne de pollo es una buena fuente de proteínas y otros nutrientes. La mayoría de las diferencias nutricionales entre una parte y otra son demasiado pequeñas como para molestarse en mencionarlas. La única diferencia útil es que la carne roja tiene un poco más de grasa saturada y colesterol que la carne blanca. Aun así, la mayor parte de la grasa del pollo se encuentra en la piel. Preocupación que se puede resolver simple y sencillamente quitándola.
Las importantes diferencias nutricionales al hablar de la carne de pollo resultan de la preparación. Si agregas grasa durante la preparación, también está agregando calorías. Un dato que es bueno conocer es que la grasa, contiene nueve calorías por gramo en comparación con las cuatro de las proteínas o los carbohidratos.
La manera más saludable de cocinar la carne de pollo
La forma más saludable de cocinar la carne de pollo es hornearla o saltearla con verduras. Para conseguir este tipo de platillos puedes colocar las partes en un recipiente para horno; además de frotarlas en un poco de aceite de oliva y envolverlas con abundante ajo, limón, zanahorias o lo que se te antoje. La recomendación es hornear a 180 °C hasta que se dore.
Un consejo extra es comprar pollos enteros para no pagarle a otra persona para que los corte por ti. Cortar un pollo es un proceso sencillo y YouTube tiene muchos videos que explican cómo hacerlo. Si no deseas comer pollos criado con antibióticos y químicos especiales para hacerlos crecer pronto. Debes buscar aves que se criaron en libertad y que estén certificadas como carne de pollo orgánica. En tu tienda de supermercado favorita puedes encontrar marcas que se dedican específicamente a este tipo de productos. Tendrá que pagar un poco más por esa carne, pero tendrá mejor sabor. Además de que estarás apoyando un sistema alimentario más saludable para las gallinas, las personas y el planeta.
