Cocinar carne de pollo perfecta es una habilidad que muchos cocineros aspiran a tener en su repertorio culinario. Este tipo de alimento es versátil, accesible y muy saludable. Sin embargo, no todos consiguen darle el mejor sabor a este tipo de carne. Para asegurarte de obtener una pechuga húmeda y siempre deliciosa, evita estos errores de cocina muy comunes.
El error principal es comenzar con pechuga sin piel
Muchos de nosotros optamos directamente por los filetes deshuesados y sin piel, pensando en nuestra comodidad. Es cierto, es mucho más sencillo trabajar con ellos, además es muy conocido que la piel de pollo no es saludable por alto contenido en grasa que tiene. Pero mantener la piel mientras se cocina ayuda a mantener el pollo húmedo, ayudando a tener carne más jugosa y con un sabor único.
No marinar la carne de pollo
Las pechugas pueden estar secas, este es uno de los motivos principales por los que muchas personas prefieren otra pieza. Después de todo, no son tan grasos como otras partes del ave. Pero preparar cualquier tipo de adobo ayuda para agregar sabor a la carne y mantenerla húmeda. Si optas por lo simple, una mezcla básica de sal y pimienta basta para darle un mejor sabor y consistencia.
Evitar cocinar carne de pollo durante demasiado tiempo
A nadie le gusta una pechuga de pollo a medio cocer, no solo por el sabor, también está el riesgo a la salmonela. Pero cualquier tipo de carne de pollo demasiado cocida es dura y desagradable de comer. Las recetas ofrecen buenas pautas para cocinar, pero hasta que no hayas practicado lo suficiente, puede ser difícil saber cuando es que puedes sacar la carne del sartén. Un consejo adicional es utilizar un termómetro para carne. Muchos cocineros aconsejan cocinar el pollo hasta que alcance una temperatura interna de 160 ° F, asegurando que llegará a 165 ° mientras reposa.
